En el momento en que los mercados financieros tomaron las riendas de la economía global, las reglas del
juego cambiaron radicalmente. Las sociedades capitalistas se enfrentaban a un escenario inédito de consecuencias
imprevisibles y, desde entonces, la desigualdad empezó a acentuarse a un ritmo vertiginoso. Hoy, las diferencias
económicas entre los ciudadanos son tan acentuadas que la desigualdad ya ocupa un lugar central en el debate económico.
James K. Galbraith ha conseguido reunir todos los elementos necesarios -ideas innovadoras, lucidez analítica, nuevos
datos reveladores, brillantez expositiva- para que este trabajo se convierta en una obra de referencia ineludible.