Convertirse en "madre" de tus padres es algo muy duro y para lo que no estamos preparados. Compaginarlo además con tu vida laboral y personal, muy complicado. Si le añades el cuidado de unos hijos que no se van de casa o, incluso, la atención a los nietos, la cosa es como para hundirse en la miseria. Pues ésa es la realidad de toda una generación y de la autora que nos da las claves para organizar este complicado puzzle y superar el enorme desgaste físico y emocional de de esta situación.