Solón, el viejo legislador, ha regresado a Atenas después de un largo exilio voluntario y se ha encontrado a sus vecinos divididos y enfrentados. Tres grupos se disputan el poder: la vieja nobleza, los comerciantes y artesanos, y los trabajadores del campo. La división no favorece las campañas contra Megara y la guerra entre ambas polis se prolonga indefinidamente para disgusto de muchos. Las mujeres están muy descontentas y desean que termine de una vez. Por otra parte, un nuevo culto va ganando adeptos en la ciudad y eso genera un malestar entre la ciudadanía de consecuencias imprevisibles.
Mientras tanto, el reino de Creso es conquistado por Ciro, el rey de Persia. Las ciudades griegas de Asia pierden a su mejor aliado y temen por su independencia.