Roma no es una ciudad, es una acumulación de tiempos que se resisten a desaparecer. Eleonora Marangoni la recorre como quien visita a un viejo amor: con ironía, afecto y un poco de melancolía. Entre recuerdos personales y preguntas sin respuesta ¿cómo puede vivir tan despreocupada una ciudad que fue centro del mundo?, traza una geografía íntima que va más allá del Coliseo y las postales. Cada callejuela, cada ruina o café escondido revela una ciudad al borde del colapso, pero también eternamente viva. ¿Cómo se escribe sobre una ciudad que ya lo ha sido todo? ¿Y cómo vivir en ella sin caer rendido a su belleza extenuante? Eleonora Marangoni, autora de «Lux» (finalista del premio Strega) y del ensayo «Proust y la pintura italiana», convierte su ciudad natal en materia literaria. Con una escritura precisa y evocadora, alterna historia y presente, bullicio turístico y rincones en penumbra, para componer el retrato inesperado de una ciudad que nunca termina de decir lo que es. Roma aparece aquí menos como destino que como experiencia: una forma de mirar, de caminar, de recordar.