"El impacto de la obra de Joan Margarit excede el círculo de lectores habituales de poesía. Se trata de uno de los poetas recientes más valorados por la crítica y los lectores. Su obra poética, cada vez más desnuda y contundente, nunca rehúye el dolor, la soledad, el miedo o la pérdida. Al contrario, se enfrenta a estos con una lucidez rebelde muy ligada al vitalismo y a la fe en el amor. Arquitecto de profesión, concibe la poesía como un refugio, como un auxilio contra el desamparo. Así lo expresa en unos versos muy recordados: «por más bello que sea, un buen poema / ha de ser siempre cruel. / No hay nada más. La poesía es hoy / la última casa de misericordia.»