La empresa tiene una asignatura pendiente que es la causante de la actual situación, caracterizada por índices alarmantes de extinción justo cuando está en el nivel más alto tecnológico y metodológico: la CX (Customer Experience) no aporta valor. Esa falta de sentir que lo vivido no ha ido más allá del intercambio comercial hace que la vinculación entre empresa y cliente no pase de lo estrictamente mercantil. La empresa debe ser capaz de establecer una vinculación emocional con el cliente o tiene sus días contados. Este libro recoge el cambio ineludible que la empresa debe llevar a cabo a fin de revertir la actual situación: una propuesta planteada desde lo experimentado con éxito durante más de 30 años en el apasionante mundo de la relación cliente-proveedor.