Forma parte del llamado «Teatro imposible» de García Lorca
(junto con El público y la inconclusa Comedia sin título).
Terminó de escribir Así que pasen cinco años en 1931, durante su etapa más experimental, adelantándose al teatro del absurdo y desafiando las estructuras dramáticas tradicionales.
Estaba previsto su estreno en octubre de 1936, pero lo impediría el estallido de la Guerra Civil española y el fusilamiento de Lorca. La obra no se estrenaría hasta 1959, en París.